En un esfuerzo por construir un futuro más seguro para la juventud, la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano llevó a cabo el taller “Construyendo un Futuro Seguro” el pasado jueves 6 de marzo del 2025 con oficiales de policía del Ministerio de Seguridad Pública.
El taller “Construyendo un Futuro Seguro” se enmarca en el esfuerzo continuo de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano por promover entornos seguros y libres de violencia para la juventud. La capacitación abordó temas cruciales como la contextualización de la violencia y sus diferentes tipos, la educación emocional como herramienta de prevención, y la violencia de género. Uno de los aspectos destacados del taller fue la implementación de la metodología “Machismógrafo” de la Fundación Arias, una herramienta diseñada para analizar y comprender las dinámicas del machismo y su relación con la violencia. Además, de la incorporación de herramientas tecnológicas innovadoras para facilitar el aprendizaje y la interacción.
La participación de 28 oficiales de policía subraya el papel fundamental de la fuerza pública en la construcción de una Costa Rica más segura. Su presencia en este taller refleja el compromiso del cuerpo policial con la prevención de la violencia, un pilar esencial para el bienestar de la sociedad costarricense. La inclusión de miembros de las ligas atléticas del ministerio subraya el papel crucial del deporte como herramienta de prevención y cohesión social. Esta sinergia entre la labor policial y el deporte representa un enfoque integral y proactivo para la construcción de una sociedad costarricense más segura, pacífica y próspera
La Fundación Arias reafirma su compromiso de seguir trabajando en la promoción de la seguridad ciudadana y la prevención de la violencia en Centroamérica. A través de iniciativas como el taller “Construyendo un Futuro Seguro”, se busca fortalecer las capacidades de los actores clave y contribuir a la construcción de sociedades más seguras y pacíficas.
La prevención de la violencia juvenil es una responsabilidad compartida que requiere la colaboración de gobiernos, organizaciones no gubernamentales, escuelas, familias, comunidades y los propios jóvenes. Al trabajar juntos, podemos crear un futuro en el que todos los jóvenes puedan crecer y prosperar en un entorno seguro y libre de violencia.





